Marcos Rivero e Israel Sánchez, participantes del grupo motor de la moneda social Puma y formadores del curso,  responden a esta pregunta:

Este curso es una introducción al proceso de creación de monedas sociales en pequeños territorios locales como un barrio de una ciudad o un pueblo.

La crisis económica actual está impactando fuertemente sobre gran parte de la población que se ve desprotegida por la falta de dinero y por el recorte progresivo del sector público. La dificultad para acceder al mercado laboral y la disminución de la protección del Estado hace que los individuos seamos cada vez más vulnerables a la exclusión y la precariedad.

Inclusión, sustento y autonomía

Ante esta situación, en la que los mecanismos de inclusión y protección se vuelven cada vez más escasos parece razonable buscar fórmulas alternativas y complementarias que, por un lado, ayuden a mantener el sustento y autonomía de las personas y, por otro, fortalezcan el ámbito de las relaciones sociales, profesionales y de ocio en los entornos cercanos donde desarrollamos nuestra «vida», es decir, en nuestros barrios y pueblos.

A lo largo de la historia, muchas comunidades locales del mundo han creado sus propias monedas en periodos de crisis con el fin de amortiguar el impacto sobre sus territorios. Hoy en día, en plena crisis global, asistimos a un florecimiento de iniciativas que se ponen en marcha como una herramienta complementaria a la escasez de dinero de curso oficial.

Visión y sentido de las monedas sociales

No obstante, ni todas las monedas han surgido en periodos de crisis, ni el sentido de sus creaciones se puede reducir a proporcionar ayuda económica en los momentos de mayor dificultad. Muchas de estas iniciativas son portadoras de un cambio de mirada y no sólo en el plano económico, sino también en el social, ecológico, político y cultural; y es aquí donde esta herramienta encuentra su mayor potencial como agentes de cambio y transformación social.

Aumentar el poder adquisitivo, facilitar el sustento y cuidado, poner en valor las habilidades y conocimientos, aumentar las relaciones de confianza, potenciar los intercambios de bienes y servicios creados en la comunidad, visualizar y reforzar a pequeños productores y comercios locales, promover la producción y el consumo más respetuoso con el medio ambiente, etc. son algunos de los fines que promueven estas monedas locales y sociales.

Pero lo importante no es sólo lo que hacen sino cómo lo hacen. Los valores de participación, inclusión, diversidad, transparencia, confianza, respeto, compromiso, reciprocidad, cooperación, solidaridad, comunidad, creatividad, sustento, cuidado de las personas, cuidado de la tierra, distribución justa de los recursos… son los que le dotan de una mirada distinta y transformadora.

De manera que las monedas sociales se convierten en una poderosa herramienta para tejer a los territorios basada en valores humanistas y ecologistas al servicio de la comunidad, en la que la gente corriente se organiza para actuar localmente, pensando globalmente, para emprender caminos de mayor justicia social y sustentabilidad ecológica.

Con este curso queremos dar unos conocimientos básicos de cómo crear colectivamente una moneda social transformadora con el ánimo de que nuevos grupos se puedan organizar en sus barrios o pueblos para poner en marcha nuevas monedas sociales y locales pudiendo salvar los obstáculos por los que nosotros mismos hemos atravesado.